La Neuro-oftalmología es el área de la oftalmología encargada de estudiar las enfermedades del nervio óptico, las vías visuales, los trastornos en las pupilas, los movimientos oculares y en la función de los párpados.
Las patologías neuro-oftalmológicas más frecuentes son:
1. Neuritis Óptica: Es una inflamación del nervio óptico. Con frecuencia se manifiesta con disminución de la visión, dolor ocular y alteración en la percepción de los colores. Debe estudiarse la causa de la inflamación con Resonancia Magnética cerebral para evaluar si existe una enfermedad desmielinizante del sistema nervioso central llamada Esclerosis Múltiple. Otras causas son algunas infecciones y enfermedades autoinmunes por lo cual se solicitan exámenes de laboratorio y otras pruebas. El tratamiento y el pronóstico dependen de la causa de la inflamación.
2. Neuropatía Óptica Isquémica: Es una interrupción en la circulación del nervio, la cual produce disminución súbita de la visión, generalmente en un ojo. No se asocia a dolor ocular. Es el problema del nervio óptico más frecuente en mayores de 50 años. Los factores de riesgo son: hipertensión arterial, diabetes mellitus, alteraciones en el colesterol y triglicéridos. Se deben controlar los factores de riesgo del paciente pues de lo contrario podría hacer un evento similar en el otro ojo.
3. Papiledema: Es una inflamación de ambos nervios ópticos ocasionada por elevación de la presión dentro del cráneo por diferentes causas que deben estudiarse con exámenes como escanografía cerebral, resonancia magnética cerebral y otros. Los síntomas del paciente son dolor de cabeza, náuseas, vómito y pérdidas transitorias de la visión de pocos segundos de duración, desencadenadas por cambios de posición. Al examinar el paciente, la función visual es normal pero si no se soluciona la causa de la presión intracraneana elevada, puede producirse compromiso permanente de la visión.
4. Diplopia: Es un síntoma en el que esl paciente ve doble y puede ocurrir por diferentes condiciones como trastornos en la hormona tiroidea, parálisis en los nervios que ayudan a mover los ojos, inflamaciones de la órbita, fracturas orbitarias y miastenia gravis. Al paciente con diplopia se le deben realizar múltiples estudios clínicos, de laboratorio o radiológicos dependiendo de la sospecha. El tratamiento depende de la causa encontrada.
5. Trastornos en la función de los párpados: El Blefaroespasmo es una condición en la cual hay un parpadeo involuntario muy frecuente, llevando a veces a la incapacidad para abrir los ojos. Otro trastorno de los párpados es la Ptosis palpebral en la cual los párpados se encuentran caídos, que puede ser secundaria a causas mecánicas, pero en ocasiones se debe a trastornos neurológicos como la Miastenia Gravis o la parálisis de nervios que ayudan a darle el movimiento a los ojos y párpados.
6. Dolor de cabeza o dolor ocular: Algunos tipos de cefalea (dolor de cabeza) se asocian a síntomas oftalmológicos. Por ejemplo la Migraña con Aura Visual en la que el paciente ve borroso, o ve luces o manchas antes de que aparezca el dolor. En algunos casos la migraña produce dolor ocular severo. La cefealea tensional, sinusitis, neuralgia del trigémino y otas condiciones pueden producir también dolor ocular. Se debe hacer un examen neuro-oftalmológico completo para determinar si la el dolor ocular se debe a un problema del ojo o es una manifestación de la cefalea.
7. Trastornos en las vías visuales cerebrales: Algunas patologías cerebrales afectan la vía visual, es decir las estructuras del cerebro encargadas de transmitir, recibir e interpretar la información visual. Por ejemplo los tumores de hipófisis pueden comprometer la visión, pues la glándula hipófisis es vecina de una estructura denominada el quiasma óptico, sitio en el cual los nervios ópticos de ambos ojos se unen. Si el tumor comprime el quiasma el paciente nota alteración en una parte de su campo visual y si no se trata puede perder la visión. Las lesiones en el lóbulo occipital que es la zona del cerebro que interpreta lo que vemos, pueden producir pérdida de sectores del campo visual y las causas son los traumas en la cabeza, isquemia, tumores, entre otros. El manejo de estos pacientes es multidisciplinario entre el neurocirujano, neurólogo, internista y el neuro-oftalmólogo.
8. Alteraciones en las pupilas: Algunas patologías neuro-oftalmlógicas pueden afectar el tamaño de las pupilas y/o su respuesta a la luz. Deben estudiarse pacientes con pupilas muy pequeñas o muy grandes. También los casos en que hay diferencia en el tamaño de la pupila entre ambos ojos mayores a 1 milímetro. Cuando la pupila de un ojo se dilata súbitamente y se acompaña de párpado caído, desviación del ojo y parálisis del movimiento, se deben hacer exámenes urgentes pues puede tratarse de un aneurisma intracerebral. También pueden encontrarse pupilas anormales por traumas durante cirugías oculares, exposición a medicamentos o tóxicos, lesiones en el sistema nervioso central o inflamaciones de la órbita.